Consejos para reducir el consumo de sal en las comidas
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Hay ciertos platos y alimentos que no son muy aconsejables debido a su alto contenido en sal, entre los que se encuentran las pizzas, jamón, hamburguesas, etc. Un exceso de sodio puede conducirnos a un aumento de presion sanguínea, que al final acaba traduciéndose en enfermedades cardiovasculares y derrames. Por eso en este artículo te vamos a dar unos cuantos consejos para reducir el consumo de sal en las comidas. La cantidad que se recomienda al día para los adultos es de seis gramos, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Revisar las etiquetas
Antes de elegir cualquier alimento en el supermercado deberías informarte bien sobre los ingredientes que contiene. Si comparas entre las distintas marcas comprobarás que puede haber importantes diferencias en lo que se refiere a porcentajes de sal. No te olvides de comprar la carne o el pescado siempre fresco, así que descarta los precocinados.
Elabora tu los platos
Hay mucha gente que por distintos motivos se ve obligado a comer fuera de casa a diario o que para no invertir demasiado tiempo en los fogones opta por preparar comida precocinada. Te ahorrarás unos cuantos minutos, pero a diferencia de los productos frescos no tendrás la posibilidad de controlar la cantidad de sal a la hora de cocinar. Además sabrás en cada momento lo que te llevas a la boca.
Emplear sustitutivos
Se puede suprimir de la dieta la sal sin ningún problema. No tengas miedo a quitarle todo el sabor a los platos, ya que existen unos cuantos sustitutivos. Puedes recurrir a especias como la albahaca, el cilantro o el perejil. Otra solución son los preparados que se realizan con limón.
Las sopas, siempre naturales
Mucha gente a la hora de hacer los caldos y sopas opta por comprar los sobres y tetrabriks, en lugar de prepararlos ellos mismos con los restos de la comida. El sabor no tiene nada que ver y será mucho más saludable si los preparamos nosotros mismos.
También hay que limitar el consumo de fiambre, hamburguesas y pizzas, ya que distintos estudios han demostrado que casi la mitad de la sal que ingerimos proceden de estos alimentos.
Las comidas entre horas
A media mañana o a la hora de la merienda parece que siempre nos entra el hambre. En lugar de comer una bolsa de patatas chips o frutos secos, lo más adecuado es que optemos por una pieza de fruta o por un sandwich vegetal que contenga pollo, huevo y champiñones. Los embutidos, siempre mejor en un segundo plano.
Ojo con lo que pides en los menús
Cuando te toque comer fuera de casa ten cuidado con aquellos platos que contengan salchichas, tocino, bacon o queso. Son algunos de los que deberías evitar en tu dieta. Algo similar ocurre con las salsas. En lugar de comprar el tomate frito, la mostaza o la mayonesa, que cuentan con un alto contenido en sodio, deberías hacerlas tú. En cuanto a las ensaladas, deberías aprender a aliñarlas. Con un poco de limón y aceite sería suficiente.